El cuidado de los hijos dejaba de ser patrimonio de la mujer cuando caba el período de la infancia.En casi todos los casos, desde el momento en que dejaban de ser niños, la madre se inhibía del proceso de su educación.La mujer rica los dejaba en manos del pedagogo,al que compraban a precio de oro; con ello creía haber satisfecho sus necesidades.Sin embargo, los pobres, lo más que podían hacer era enviar a sus hijos a una de las escuelas primarias que los profesionales de la educación abrían en la ciudad a finales del siglo II. La gente de baja condición social,esclavos o en el mejor de los casos libertos, se encargaban de educarlos.Cuando el alumno pertenecía a una familia privilegiada, trataba al maestro como correspondía a una persona de rango inferior, aunque en este caso se tratara de su preceptor. En el caso de que los adolescentes fueran de origen modesto,tampoco tenían consideración alguna hacia el instructor de baja condición social que tenían en la escuela y que, retribuido con un irrisorio salario de ocho ases, estaba obligado a desempeñas otras tareas, como la de escribano público.
Foto: Imagen google.
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